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“Yo no acepté a Cristo, Cristo me aceptó a mí”

Esta era la frase que constantemente nuestro pastor, Emilio López Rivera (1948-2019), mencionaba cuando recordaba su experiencia, el día que el Señor, en su soberana gracia y mediante el poder de su Espíritu Santo, salvó su vida al creer en el Evangelio, en el año de 1986.

La palabra sembrada en su corazón y en el de su familia, fue floreciendo con el paso de los años, al punto que, dejarlo todo por el anhelo de ganar almas para Cristo, fue un llamado irresistible en sus vidas.

Los inicios

Los inicios de El Rey Ya Viene Centro de Enseñanza Cristiana Evangélica se remontan a finales de los años 80, cuando en el hogar de la Fam. López, en ciudad Nezahualcóyotl, comenzó una pequeña célula. Ahí se congregaban familiares, vecinos, amigos y toda clase de personas que deseaban conocer a Dios, a través de su Palabra.


Año de 1991


Año de 1991, año en que, por la gracia de Dios, lo que era un terreno baldío usado como basurero vecinal ahí mismo en Ciudad Neza, se convertiría en la primera sede del El Rey Ya Viene CECE. El deseo de que más personas conocieran del Señor y de su Palabra era lo que motivaba el arduo trabajo de esta obra.

19 de mayo de 1991

La fecha exacta en la que se inauguró esta obra para la gloria de Dios. Teniendo un fundamento firme, las promesas de Dios: “Y sobre esta roca edificaré Mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” Mateo 16:18.

A través de los años


A través de los años se ha llevado la Palabra de Dios a diferentes partes de la República Mexicana, contando así con 9 sedes en diferentes Estados. Eso nos ha llevado a crecer en membresía, pero sobre todo, a crecer en un mayor compromiso con la verdad de la Palabra de Dios; dejando a un lado tradiciones humanas que alguna vez se practicaron. Para así, tener cada día, un mejor conocimiento de nuestro Dios y de su perfecta voluntad para nuestra vida. Nos esforzamos y nos seguiremos esforzando en presentar el Evangelio tal y como la Palabra de Dios lo enseña, para la edificación de la iglesia, la salvación de los perdidos y sobre todo, para la gloria de Dios.